31 de julio, 2018

Vidal sostiene que una ley del aborto sería difícil de aplicar en Provincia

La gobernadora bonaerense sostuvo que los hospitales tendrán problemas para atender operaciones y muchos médicos se opondrán.

Más allá de sus convicciones personales en contra del aborto, la gobernadora María Eugenia Vidal está muy preocupada por los límites que habrá en la provincia de Buenos Aires para aplicar una eventual ley.

 

 

No son los únicos temas que desvelan a la mandataria bonaerense: también le preocupa una escalda de inseguridad, los índices de pobreza en el Conurbano, la continuidad de la obra pública en el 2019 y los «errores propios» que pudo haber cometido el equipo de campaña de Cambiemos ante las irregularidades de manejo de fondos que está dispuesta a llevar a la Justicia.

 

 

Vidal comentó en estos días a sus colaboradores que si sale aprobada la ley del aborto en el Congreso, la provincia de Buenos Aires «tendrá cuestiones complejas a la hora de su implementación». Según pudo saber Infobae de fuentes del gobierno bonaerense, las dificultades que evalúa Vidal ante una ley de aborto es que el sistema hospitalario podría quedar colapsado por el reclamo de operaciones programadas con apenas 5 días de anticipación en la semana 14 de gestación.

 

 

«Si por una intervención de una enfermedad de alta complejidad un hospital público demora más de 20 días en hacer una operación no quiero imaginar qué pasará con una intervención de apenas 5 días de programación como puede ser un aborto», expresó a sus ministros en la intimidad de una reunión de gabinete.

 

 

A la vez, fuentes allegadas al Ministerio de Salud de la provincia admitieron que Vidal ya instruyó al ministro Andrés Scarsi a realizar un relevamiento de hospitales y médicos disponivles en todo Buenos Aires para atender eventuales casos de aborto.

 

 

También se realizó un estudio del costo de los medicamentos y fármacos que se necesitarán para poner en marcha una fuerte campaña de educación sexual. Con todo ello, la gobernadora percibe un panorama complicado.

 

 

No son las únicas trabas para aplicar una ley de aborto que ve la gobernadora Vidal en el vasto terrritorio bonaerense. También observa, por ejemplo, que por la cláusula de objeción de conciencia de la ley de aborto serán más los médicos bonaerenses dispuestos a rechazar una intervención que a hacer un aborto. Ni que hablar de los problemas de logística: no creen en la cúpula de la gobernación bonaerense que los 135 municipios estén en condiciones de asumir la aplicación de una ley de aborto.

 

 

«No tenemos idea del costo que esta ley podría implicar para los hospitales de la provincia si las clínicas privadas se niegan a hacer abortos por temas de conciencia», deslizó Vidal a sus allegados a una semana de las definiciones por el proyecto que se aprobó en Diputados y que el 8 de agosto define el Senado.