María Eugenia Vidal reconoció hoy «diferencias» con Marcos Peña y aseguró que mantiene con el jefe de Gabinete «una relación de trabajo en campaña y con roles distintos».
La gobernadora se mostró incómoda por la pregunta, aunque no esquivó dejar en claro su postura respecto de la relación con el principal estratega electoral de Mauricio Macri.
En declaraciones a Radio La Red, Vidal fue consultada por posibles fricciones con Marcos Peña en el diseño de la campaña, en particular por el desdoblamiento de la elección en la provincia, una decisión en la que la Gobernadora no avanzó por presiones de la Rosada.
«Seguimos trabajando y haciendo cosas juntos pero en roles distintos. Y por supuesto que tenemos diferencias y está bien que así sea, porque no somos un partido homogéneo», sostuvo la gobernadora.
Además, reconoció que Juntos por el Cambio trabaja en «tres campañas distintas», la de Provincia, Nación y la de la Ciudad de Buenos Aires, aunque evitó hacer referencia a las campañas municipales en donde los intendentes evitan mostrarse junto al Presidente.
Al hablar sobre las razones detrás de su derrota en las elecciones de agosto, Vidal explicó que «la economía fue difícil. Muchos perdieron o tienen miedo de perder el trabajo. Está la dificultad de llegar a fin de mes. Lo que les digo a los bonaerenses es que dimos la pelea contra los mafiosos, hicimos obras y de la misma manera les digo que resolveremos el tema económico».
Asimismo, señaló que la diferencia de votos con Axel Kicillof «fue grande» y adelantó que «si hay una transición será ordenada, como corresponde». Y añadió: «No me importan los cargos partidarios, así que si pierdo seguiré recorriendo los barrios como lo hago hace 16 años».
La Gobernadora se defendió de las acusaciones de Kicillof sobre la deuda que deja su gestión y explicó que la deuda en la provincia de Buenos Aires no la decide el Poder Ejecutivo. «El gobernador la propone, pero la vota la Legislatura con una mayoría especial», dijo y agregó que Cambiemos nunca tuvo esa mayoría propia, por lo que necesitó apoyos en el peronismo. Aunque evitó detallar quienes acompañaron en el último presupuesto los aliados del gobierno para poder contar con esa autorización de endeudamiento fue el Frente Renovador y el bloque de intendentes que responden a Martín Insaurralde. «Todas las autorizaciones de endeudamiento fueron votadas por referentes del Frente de Todos. Esta deuda no les puede sorprender ahora», dijo.
Además explicó que parte del endeudamiento fue girado a los intendentes de los 135 distritos para que sean los propios alcaldes quienes decidieran, licitaran y ejecutaran obras con esos fondos.
Se trata del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), una bolsa que en 2016 repartió 7 mil millones a los intendentes y que surgió como parte de las negociaciones con el peronismo para aprobar el endeudamiento que solicitaba Vidal en el Presupuesto. Ese mismo esquema se repitió en 2017, esta vez con un pozo de 8.500 millones de pesos.