“Las grietas hacen mucho daño y, desde Neuquén, mandamos un mensaje importante”. En esos términos se expresó Rolando Figueroa luego de haberse impuesto con el 35% de los votos en una elección histórica que lo catapulta a la gobernación y marca la derrota del Movimiento Popular Neuquino luego de más de 60 años gobernando la provincia.
Desde las 8 de la mañana de este domingo miles de neuquinos se acercaron a las urnas para elegir a su próximo gobernador; vice; 35 diputados para renovar la legislatura provincial; intendentes; concejales en 14 municipios; titulares de 21 comisiones de fomento; miembros de 10 comisiones municipales y consejeros escolares, en comicios que tuvieron la particularidad de ser los primeros en los que se utilizó la Boleta Única Electrónica en toda la provincia.
Pasadas las 19.30 se conocieron los primeros datos que con el correr de las horas ratificaron el triunfo de Figueroa, que con el frente Neuquinizate alcanzó el 35,64% de los votos. Con el 99,28% de las mesas escrutadas, en segundo lugar quedó Marcos Koopmann, el candidato del MPN, con el 33,14% de los sufragios. Tercero quedó Ramón Rioseco, del Frente de Todos Neuquino, con un 12,71% y en cuarta posición el candidato de Javier Milei, Carlos Eguía (Cumplir) con un 7,98%. Mientras que el postulante de Juntos Por el Cambio, Pablo Cervi, consiguió el 3,75% dejando en último lugar a Patricia Jure del Frente de Izquierda (3,26%).
De esta forma, Figueroa -de 54 años- quien formó parte de las filas del MPN siendo vicegobernador, legislador provincial, y actualmente representa a la provincia como diputado nacional, puso fin a la hegemonía de más de 60 años del partido fundado por la familia Sapag.
Figueroa rompió con el oficialismo luego que le impidieran competir y decidió organizar una alianza multipartidaria, con dirigentes de todos los sectores -incluso de los extremos de la grieta- y llamó a un “gran acuerdo neuquino”, con el cual este domingo logró ser electo gobernador.
Luego de agradecer al pueblo neuquino “por una jornada decisiva”, el referente del frente Comunidad destacó que su triunfo y la derrota del MPN tras seis décadas son “una señal hacia la política”. “Estos 40 años de democracia lo demostramos con más democracia. Es una señal hacia la política: ´las grietas hacen mucho daño y, desde Neuquén, mandamos un mensaje importante´”, expresó el gobernador electo.
“Los verdaderos enemigos que tenemos son los problemas que atraviesa la provincia”, continuó en su discurso antigrieta en el que remarcó: “Hay que dejar las cosas que están bien y cambiar lo que están mal. Acá ganamos todos los neuquinos porque elegimos sin miedo”.
Al respecto de la transición con el gobierno saliente, Figueroa resaltó que “el gobernador Omar Gutiérrez es un hombre de Estado que no va a tener ningún tipo de inconveniente en poder reunirnos y poder proyectar todo esto que viene”. ”Es muy bueno tener un puente de diálogo para poder construir todo el Neuquén que viene y fundamentalmente construir las políticas de Estado que el pueblo necesita”, agregó.
“Se viene un Neuquén con más industrialización secundaria, con más oportunidades, con mucho diálogo, mucha libertad, libertad de prensa, tantas cosas que el pueblo neuquino siempre ha valorado”, concluyó el flamante ganador de la elección provincial de este domingo.
Por su parte, el derrotado Koopmann, reconoció los resultados de los comicios pero aclaró que el MPN “sigue de pie y firme”. ”El pueblo se expresa, vota, fue una polarización”, analizó y expresó que “no éramos los mejores cuando ganábamos, tampoco somos los peores cuando perdemos. Vamos a seguir trabajando, no estamos caídos. Se trabajó muy bien, pero vamos a hacer una autocrítica”, comentó a la prensa.