31 de agosto, 2017

Randazzo intenta captar el apoyo de «Pino» Solanas y De Gennaro

Su estrategia es tender puentes con los candidatos que no superaron las PASO y acercarse a los movimientos sociales

Antes de relanzar su candidatura a senador por el Frente Justicialista Cumplir, Florencio Randazzo ya trabaja con un objetivo excluyente: retener los votos que obtuvo en las PASO y evitar que la polarización que se acentuaría en octubre, lo borre del mapa electoral y -lo que más le preocupa- del escenario que mira a 2019.

 

Para conservar los 559.516 votos que logró el 13 de agosto y sumar más, una de sus estrategias es tender puentes con los candidatos que quedaron fuera de carrera por no superar el piso del 1,5 por ciento. En esa grilla sobresale Víctor De Gennaro, del Frente Socialista Popular (FSP), que sacó 48.394 votos. El randazzismo también intentará acercarse al senador Fernando «Pino» Solanas, líder de Proyecto Sur, que compartió un frente con Pablo Micheli. Lo votaron 45.212 personas.

 

Sin embargo, sumar el respaldo de Solanas no parece posible. El senador no niega su amistad política con varios dirigentes cercanos a Randazzo, como Juan Manuel Abal Medina, ni con otros referentes del Movimiento Evita. No obstante rechaza cualquier respaldo al candidato de Cumplir. «A Randazzo no lo vamos a apoyar de ninguna manera», aseguró Solanas, que es crítico de la gestión de Randazzo vinculada a los ferrocarriles, en particular, de la compra de trenes a China.

 

Más fluido es el vínculo con organizaciones sociales cuyos líderes participaron de la última elección. Hace diez días, Randazzo retomó la campaña territorial con una visita a La Matanza por el Día del Niño. Lo acompañó el secretario general de Libres del Sur, Jorge «Huevo» Ceballos, quien rompió con Sergio Massa tras el cierre de listas de las PASO.

 

Randazzo también se mostró con el jefe de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, candidato en la tercera sección bonaerense por el Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP).

 

El universo de movimientos sociales cercanos a Randazzo se completa con Barrios de Pie, la organización que lidera Daniel Menéndez. «El voto a Florencio fue un voto antiperonista, que no simpatiza ni con el Gobierno ni con Cristina ni con Massa», afirman en el campamento randazzista. Están convencidos de que para sumar en octubre tienen que hacer foco entre quienes en las PASO optaron por opciones peronistas o filoperonistas no kirchneristas.

 

Mientras delinea estrategias, Randazzo trabaja en el rediseño de su agenda de «bajadas» al territorio. Siempre con los resultados de las PASO en la mano, decidirá estratégicamente qué distritos privilegiar en sus recorridos. Elegirá aquellos en los que cree que puede hacer una diferencia sustancial. ¿Ejemplos? Bahía Blanca, donde quedó cuarto con ocho puntos, a cuatro de Massa, y Mar del Plata, donde le fue peor de lo que creía.

 

Mientras tanto, enfrenta presiones para bajar su candidatura. Se lo plantearon los integrantes de Carta Abierta. «Seguimos adelante, sabiendo que las respuestas a este presente de desesperanza las encontraremos construyendo y sembrando futuro. Por eso vamos rumbo a octubre con Florencio Randazzo», les contestó su compañera de lista para el Senado, Florencia Casamiquela.

 

En las últimas horas se sumaron voces de gremialistas que respaldaron su candidatura. Son los sindicatos del transporte agrupados en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que lidera el taxista Omar Viviani.

Tras la derrota en Diputados por el DNU de la SIDE, el oficialismo enfrenta otro ecenario complicado. La suba a jubilados ya tiene media sanción de la Cámara baja y el presidente Javier Milei adelantó que la vetará. También se debatirá el aumento de sueldo de los senadores.El oficialismo sufrió este miércoles un duro traspié en Diputados cuando la oposición rechazó el decreto de los "gastos reservados" millonarios para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El Gobierno de Javier Milei podría recibir otra derrota legislativa este jueves 22 de agosto, cuando se trate el proyecto de recomposición de jubilaciones que ya tiene media sanción de la Cámara baja. El propio presidente adelantó que la vetará, pero el escenario se mantiene complicado