18 de enero, 2018

El papa Francisco cerró su visita a Chile con una misa en Iquique

El pontífice visitó la ciudad emplazada en el desierto de Atacama a 1.780 kilómetros al norte de Santiago; su gira continuará en Perú.

El avión que transporta al papa Francisco despegó este jueves desde Santiago hacia la ciudad de Iquique, emplazada en el desierto de Atacama a 1.780 kilómetros al norte de Santiago, para iniciar la última etapa de su visita al Estado trasandino, antes de continuar hoy mismo su viaje con rumbo a Perú.

 

 

«Me voy con un buen recuerdo de ver periodistas que pasan ahí, de pie, esperando y esperando. Sigan así, sirviendo al pueblo», se despidió el Papa de los medios en la nunciatura apostólica antes de ir al aeropuerto.

 

Después de dos horas de vuelo, el pontífice celebró la misa a las 11.30 en Playa Lobito, donde se esperan más de 100.000 fieles.

 

 

Con el lema «celebración fraterna por la integración de los pueblos», el Papa puso el foco en la inmigración, una realidad conocida por los habitantes de Iquique, donde estos últimos años se ha registrado un considerable aumento en la llegada de extranjeros.

 

«Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres, de familias enteras que ante la adversidad no se dan por vencidas y se abren paso buscando vida», destacó el Sumo Pontífice en su homilía.

 

 

«Es tierra de sueños. Tierra que ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y cultura. Gente que ha tenido que dejar a los suyos y marcharse. Es una tierra de hospitalidad festiva. No hay alegría cristiana cuando se cierran puertas, cuando se hace sentir a los demás que sobran. Estemos atentos en reconocer a aquellos que tienen la vida ‘aguada’, los tristes de corazón. No tengamos miedo en alzar nuestras voces», expresó.

 

 

También se refirió al problema del empleo en el mundo y subrayó: «Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares. A los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen papeles. Estemos atentos a los que no tienen techo».