El secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, confirmó la movilización prevista para el próximo 22 de febrero y minimizó cualquier tipo de diferencias y fracturas con los sectores «dialoguistas» de la central gremial.
«Esta convocatoria ha superado los reclamos de los Camioneros. Todos los sectores están reclamando una movilización contra los despidos y el techo salarial», señaló el dirigente gremial en una ronda de prensa junto al titular de la CTA Hugo Yasky.
Cabe consignar que, dentro de la CGT existem diferencias internas entre su sector y el de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT) con los sindicatos de los «gordos» e «independientes», que buscan una relación no confrontativa con el Poder Ejecutivo.
Estos últimos grupos están representados por jefes sindicales como el triunviro Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra) y Roberto Fernández (UTA), entre otros.
Sobre estas discrepancias en la estrategia, Pablo Moyano minimizó una posible fractura de la central obrera, al advertir que «eso es lo de menos» e insistió en que cada dirigente gremial «deberá rendir cuentas» ante sus representados por las posiciones que toma ante los despidos y la discusiones salariales.
«El 22 de febrero se va a ver si los trabajadores creen en sus dirigentes o en los políticos», remató Moyano en alusión a las críticas de dirigentes de Cambiemos.
En las últimas semanas, el sindicato de Camioneros sumó los apoyos a la protesta de febrero de las CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli y del «triunvirato piquetero» integrado por la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie.
También acercó el respaldo de otros sindicatos de importancia, como el del gastronómico y ex secretario general de la CGT «Azul y Blanca» Luis Barrionuevo.
Pero el apoyo de mayor peso fue el de la CGT. Juan Carlos Schmid anunció en conferencia de prensa que se decidió “por unanimidad” acompañar la marcha del 22 de febrero convocada por Camioneros en medio del enfrentamiento entre el Gobierno y la familia Moyano.
«Va a ser la marcha más grande que hayamos hecho», auguró Hugo Yasky, y añadió: «Venimos a dar un mensaje de unidad a todos los trabajadores del país. Solo no se va a salvar ningún sindicato, tenemos que salir todos juntos».
De buena relación en los últimos años del kirchnerismo, el vínculo entre Hugo Moyano y el gobierno nacional se deterioró rápidamente a raíz del impulso de los proyectos de reforma laboral y previsional, esta última sancionada en diciembre pasado, y el avance de las denuncias penales en el club Independiente y contra los dirigentes de Camioneros.
Una de las causas, originada en el 2010 por la diputada Graciela Ocaña, es por evasión impositiva y lavado de dinero a través de una red de empresas vinculadas al gremio que operaban con el correo privado OCA.