Miguel Ángel Pichetto ríe. “A veces es mejor que uno esté solo”, contesta risueño, del otro lado de la línea, el ex candidato a vicepresidente de Mauricio Macri.
“Yo había dejado de reconocer la presidencia de José Luis Gioja y en los últimos dos años nunca asistí a una reunión del partido. Me echan de un lugar del cual ya me había ido”, agrega el ex senador en declaraciones a Infobae un rato después de enterarse de que en el Congreso Nacional del Partido Justicialista, que se desarrolló este jueves en el microestadio del club Ferrocarril Oeste, hubo una ovación cuando dieron cuenta del inicio de un sumario interno por “traición” para expulsarlo del partido, anunciado por Martín Soria, diputado de Río Negro.
“La visión estalinista primero se da en los partidos y luego se traslada a la sociedad”, resaltó el ex jefe de la bancada del PJ en el Senado, que en esa cámara defendió a las administraciones de Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Kirchner hasta que Cambiemos ganó en el 2015 y el dirigente de Río Negro empezó a trabar una alianza de gobernabilidad con el Gobierno de Macri, que terminó con la sorpresiva convocatoria del ex presidente para secundarlo en la fórmula en las elecciones del año pasado. Pichetto no dudó del ofrecimiento ni medio día.
“La historia está llena de estos casos. Esto no me produce ninguna alteración emocional. Ratifico que no me equivoqué al construir con muchos compañeros del justicialismo y con parte de la sociedad un nuevo espacio democrático que abarque a la centro-derecha en la Argentina”, abundó el ex senador que, según subraya, dejó de pisar el PJ cuando se asoció en el 2017 a Unidad Ciudadana, el frente que construyó CFK y el núcleo duro del kirchnerismo.
La figura de Pichetto se coló en medio del congreso del PJ, al que llegaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el ministro Agustín Rossi, además de Gioja, gobernadores, legisladores, intendentes y sindicalistas, que coparon el microestadio del barrio porteño de Caballito.
Los dirigentes del Frente de Todos ya habían tratado el orden del día –la constitución de la nueva Junta Electoral Partidaria– y se había avalado un texto de respaldo a la administración de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner cuando Soria, hijo del fallecido ex gobernador, pidió la palabra para anunciar la noticia.
«Me habían pedido que informase la situación, el sumario lo hace el Tribunal de Disciplina. Están notificando del sumario para proceder a la expulsión de quien fuera uno de los traidores de nuestra causa y nuestra ideología, fue nada más y nada menos que el candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, uno de los actos de deslealtad política e ideológica más severos”, subrayó Soria a este medio durante el congreso.
Desde su pase a Juntos por el Cambio, Pichetto dedicó durante la campaña electoral y después de la derrota ante el Frente de Todos una catarata de críticas al kirchnerismo, en especial a la vicepresidenta y al gobernador Axel Kicillof, uno de sus blancos preferidos. Y se desmarcó ideológicamente.
En paralelo, se incorporó a la mesa nacional de Juntos por el Cambio, integrada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Y no dejó de visitar las oficinas que Macri empezó a usar cuando dejó la Presidencia en la avenida Libertador, en Vicente López, a cinco cuadras de la quinta presidencial.