Matías Tombolini, candidato a diputado por el frente 1País en la Ciudad de Buenos Aires, centró sus críticas al Gobierno en la economía al alertar que el nivel de endeudamiento y del déficit fiscal no son sostenibles y que la política antiinflacionaria «no ha tenido el éxito que corresponde al esfuerzo que hace la sociedad».
Respecto al resultado que la fuerza obtuvo en las PASO, destacó como un «objetivo cumplido» el cuarto lugar en virtud del punto de partida desde el que arrancó la campaña, que seguirá enfocada en «los problemas reales» de la gente. «Quedar cuartos fue un objetivo que pudimos cumplir, crecer de 0 a 4 puntos en 45 días nos parece que fue el resultado de una campaña que intentó en esta instancia hablarle al votante desde otro lugar».
Con relación a la polarización de estos comicios y la dificultad que tiene el espacio para quebrar la disputa electoral, el economista agregó que «algunas veces la sociedad pone el eje en una cosa y otras veces en otra. Nosotros alertamos sobre el modelo de crecimiento, que se financia tomando deuda externa, que no es preocupante si uno lo mira como proporción del producto, pero sí como dinámica, como recursos al cual se intenta llegar para poder hacer que las cuentas cierren, es justamente lo que creemos que la política no discute. Se discuten las personas, pero no las políticas».
Si bien admitió que la economía está creciendo, su espacio apunta a otro modelo económico: «hay más autos, más motos, más departamentos, pero el comercio sigue sin mostrar una mejora que se note, los shoppings y supermercados lo mismo. Hay un rebote respecto al año pasado y sobre todo hay una esencia que tiene que ver con la configuración de un modelo que tiene una alta presión fiscal, un tipo de cambio que sigue retrasado, y una tasa de interés que no alienta lo productivo».
Y finalizó: «El nivel de déficit es preocupante. Me parece que tener seis puntos del producto, sumando el fiscal y los interéses de la deuda, es un déficit que no es sostenible con un crecimiento de mediano plazo. Y mucho menos cuando el costo de finanzar ese déficit es el doble del que tiene por ejemplo Bolivia».