“Yo, Luis Lacalle Pou, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo y a guardar y defender la Constitución de la República”, dijo emocionado el nuevo presidente Uruguayo. Quien le tomó juramento fue José Mujica, presidente provisional del Senado.
Emocionado, luego del juramento, el flamante presidente resaltó el haber llegado al Gobierno a través de una coalición y del trabajo de distintos sector. “Hay que recordar que somos inquilinos transitorios del poder”, aseguró Lacalle Pou quien, además, recordó que los gobernantes están para “servir” a la gente.
En materia de política exterior, aseguró que trabajará para fortalecer el Mercosur. “Hay que fortalecer la región, el Mercosur, y al mismo tiempo lograr flexibilizar el bloque para que cada socio pueda avanzar en acuerdos bilaterales con otros países”, dijo. Además, remarcó la importancia de llevar a buen puerrto el acuerdo Mercosur- Unión Europea: “Deben cumpluirse los procesos comenzados con la UE. No debe importar el signo político de cada uno de los miembros del Mercosur, para afianzar nuestro bloque debemos de dejarlos de lado”.
Aseguró que tiene un compromiso de ser austero. “Impulsaremos una verdadera regla fiscal y crearemos la agencia de evaluación y monitoreo de finanzas públicas”. “El déficit fiscal de nuestro país es el más alto de los últimos años. El ciudadano ya ha hecho el esfuerzo. Este gobierno tiene un compromiso de manejarse de manera austera. Cuidaremos cada peso de los contribuyentes”.
Además, afirmó que es inminente una reforma de la seguridad social. “El gobierno saliente definió su urgencia pero no la acción, pero nos comprometemos a la brevedad de convocar a todos los partidos, a la sociedad civil y a los técnicos, para hacer del sistema uno sostenible”.
Lacalle Pou también adelantó que habrá cambios en materia penal y prometió apoyo a la Policía: “Vamos a cuidar a los que nos cuidan”. Porque, aseguró, que no está dispuesto a ceder ante la delincuencia y el narcotráfico.
El nuevo presidente también aseguró que habrá cambios en “la gobernanza de la educación”, para que cada alumno consiga superar debilidades preexistentes. “Todo esto se llevará adelante con el irrestricto respeto de la autonomía de los docentes”, prometió.
Lacalle Pou finalizó su discurso con un “viva la patria”. Intercambió una señal de pulgar para arriba con su padre, quien le devolvió un guiño y otro pulgar para arriba.
El líder del Partido Nacional pone fin a quince años de gobiernos del Frente Amplio (FA), gracias a una “coalición multicolor”. Lacalle Pou, del Partido Nacional, ganó la Torre Ejecutiva en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 24 de noviembre aupado por los cinco partidos de su “coalición multicolor”, remontando así la derrota sufrida en la primera ronda del 27 de octubre, en la que se impuso Daniel Martínez, del Frente Amplio.
Los tres lustros del FA, uno con Mujica (2010-2015) y dos con Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020), han estado marcados por las conquistas sociales. La pobreza ha pasado del 40 al 8 por ciento, se legalizó el matrimonio homosexual y la adopción por parejas del mismo sexo, así como la producción, la venta y el consumo de la marihuana, una medida pionera a nivel mundial.
Ahora, la coalición izquierdista, que aúna desde ex guerrilleros tupamaros como Mujica a democristianos, tendrá que transitar a la oposición, a donde ha llegado por el desgaste natural y las promesas incumplidas –coinciden los analistas políticos–, y encontrar un nuevo líder para esta etapa.