19 de septiembre, 2017

Jonathan Fabbro, acusado de violar a su ahijada

Una psicóloga del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema dictaminó que el relato de la presunta víctima, hoy de once años, es altamente verosímil

El martes 8 del mes pasado, H., de once años, ingresó a una sala especial del Cuerpo Médico Forense por la acusación de un delito particularmente brutal: su padrino, el futbolista Jonathan Fabbro, habría abusado de ella, forzándola a practicarle sexo oral, le habría eyaculado en la boca y tocado los pechos, en la casa de su abuela y en el auto del mediocampista, ex River y Boca, ex Cerro Porteño, pareja de la modelo Larissa Riquelme.

 

La niña primero se lo contó a su madre, luego su madre lo denunció a la Comisaría N° 52 de la Policía de la Ciudad, lo que disparó una causa en el Juzgado N° 32 del doctor Santiago Quian Zavalía, motorizada por el abogado querellante Gastón Marano, en representación de la menor. Fabbro, por su parte, contrató un defensor, el abogado Fernando Burlando, y a un perito de parte, Mariano N. Castex, uno de los expertos forenses más reconocidos de la Argentina.

 

La cámara Gesell de H. fue presenciada por el abogado Marano, por el perito Castex, por el perito de parte de la querella, Alejandro Basile, por el juez Quian Zavalía. Pero, del otro lado del vidrio espejado, la única interlocutora de la menor fue la psicóloga de la Corte Suprema a cargo de la pericia. El resto oyó, detrás del vidrio grueso, lo que H. decía a través de parlantes.

 

H. habló firme, resuelta. Respondió las inquietudes de la defensa de Fabbro que fueron transmitidas a la psicóloga, y preguntas de la psicóloga misma. Escribió parte de su relato. También, graficó con muñecos los supuestos abusos cometidos por su padrino. Finalmente, ambos peritos de defensa y querella firmaron el análisis, en conformidad con la metodología.

 

Lo que dijera la menor y lo que luego dijera la psicóloga eran absolutamente clave. El resultado de la cámara Gesell de H. –una inicial de fantasía, empleada para proteger su identidad– se volvía un factor de gran peso para la defensa a cargo de Burlando. La semana pasada, ese resultado se conoció y fue integrado al expediente.

 

La psicóloga del Cuerpo Médico Forense aseveró que los dichos de H. son «verosímiles» en un muy alto grado y que la menor no fabula. Es decir, al acusar a Fabbro de delitos bestiales, de acuerdo a una evaluación de una perito de la Corte Suprema, la menor podría estar diciendo la verdad.

 

La calificación del expediente en el Juzgado de Instrucción N° 32 es la de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. En el caso de que el mediocampista sea juzgado y encontrado culpable podría recibir hasta 20 años de cárcel; 15 es el máximo por abuso, otros cinco años pueden ser agregados por el agravante de vínculo.

 

La conversación entre el futbolista y su ahijada en la que éste le pedía fotos ocurrió en abril de este año. Fue descubierta por el hermano mayor de H., de 17 años, que le informó a su mamá, lo que disparó la denuncia y la causa en el Juzgado N° 32. Por lo pronto, el iPhone 5 de la menor fue entregado a la división Cibercrimen de la Policía de la Ciudad para ser peritado.

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