5 de enero, 2024

Invasión de mosquitos: hasta cuándo se quedan y la trama de por qué falta el repelente

Los proveedores de repelentes explican que hubo una mala previsión de la producción y un déficit de insumos. Una experta en mosquitos cuenta cómo es la estrategia que tienen para seguir reproduciéndose.

“En Córdoba le llaman mosquitada… no está tan mal el término”. La bióloga Sylvia Fisher, investigadora del Conicet y directora del Grupo de Estudio de Mosquitos en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, buscaba un sustantivo piola para designar la irritante nube de Aedes albifasciatus que “ocupa casi media Argentina”. Clarín la consultó para entender cuándo se irán, un asunto central considerando que hace días comprar repelente de mosquitos se volvió una empresa complicada.

Se puede encontrar alguna que otra botellita del (para muchos poco práctico) repelente en crema, o algún envase de la versión nacional a base de aceite de citronela, más liviano y natural, menos efectivo en cuanto a duración y generalmente indicado para uso pediátrico.

En cuanto al spray, las principales farmacias de la ciudad de Buenos Aires no tienen ni uno hace días y, en lo que respecta a, por ejemplo, los barrios de Villa Crespo o Constitución, esta cronista recibe las mismas respuestas hace tres días, en farmacias distintas. Un escueto “no quedó nada” o el dedicado “parece que entregan después del mediodía”.

En las cadenas de supermercados no es mejor. A algunos, la búsqueda online les dará una falsa sensación de éxito, pero cuando el usuario, ya logueado, intente realmente comprar, verá que ‘no hay stock‘, a veces seguido del proactivo “avisarme cuando llegue este producto”.

¿Qué dicen los principales fabricantes de repelente?

La marca líder en el mercado es OFF!, uno de los grandes ausentes en las góndolas de este 2024. A pedido de este medio, desde SC Johnson, su fabricante, explicaron por escrito que, por el aumento repentino de mosquitos, “hubo una escalada sin precedentes en la demanda por repelentes», lo que «provocó una faltante de productos principalmente en los puntos de venta del AMBA y zona centro del país”.

Aclararon que toman “muy en serio” la “responsabilidad de producir y proveer productos de alta calidad para combatir a mosquitos e insectos en general, para los consumidores en Argentina” y, en este sentido, “la compañía viene trabajando fuertemente para aumentar la producción y entrega de productos a sus distribuidores y clientes minoristas”.

Para lograrlo, “se están tomando todas las medidas paranormalizar el abastecimiento, sumando más turnos de producción que trabajarán de manera ininterrumpida. Se estima que en las próximas semanas debería normalizarse el abastecimiento”, sumaron.

Pero, ¿sirve ese plazo o ya habrán aplacado los mosquitos?

Supermercados chinos, importaciones y repelente

Si bien el mayor fabricante descartó haber tenido problemas puntuales en relación a las trabas de las importaciones, varias fuentes del sector comercial aseguraron que, en efecto, hubo un insumo productivo necesario para fabricar repelente cuya llegada al país se demoró en 2023 (por las SIRAS autorizadas a cuentagotas en la gestión económica de Sergio Massa).

Según una fuente de una cadena de supermercados que pidió no ser mencionada, el faltante actual se debe, por un lado, “a que no hubo un cálculo acertado y por eso no llegan a satisfacer la demanda, que subió por el clima y los mosquitos», aun cuando (aclaró) «había un stock remanente del año pasado, en el que por la sequía se vendió muy poco» (brote de dengue incluido).

O sea que “una parte fue falta de cálculo”. Pero, “además, hubo un tema de importación, que demoró todo. En este sentido, aun cuando hubiesen calculado bien, no tenían la materia prima para fabricar. Por eso ahora está tan complicado”.

Hay quienes en estos días hicieron un sacrificio de bolsillo (5.000 a 10.000 pesos) a cambio de ese único repelente milagroso hallado en el supermercado chino del barrio.

Una segunda fuente ligada también al supermercadismo proveyó algo de contexto. Dijo que como esos comercios se mantuvieron por fuera de la política de ‘precios justos’, los fabricantes de distintos rubros (desde bebidas hasta repelentes) les vinieron vendiendo “al precio que querían y forzándolos a comprar todo el surtido”. 

Esto es, todas las presentaciones (chica, grande, con envase así o asá) de un mismo producto. “Es como si yo te dijera: ‘si querés que te lo venda, me tenés que comprar toda la línea‘”, explicó. De ese modo, aseguró, los fabricantes compensaban lo que no podían ganar por la vía de las llamadas “grandes superficies” (los grandes supermercados), donde los proveedores, en cambio, se veían (a su vez forzados por el Gobierno) a poner en góndola presentaciones puntuales, para cumplir con la política de “precios justos”.

Esto explicaría que en esos comercios “informales” (decía la fuente para aludir a los chinos) haya todavía hoy algún que otro repelente de variado tipo, pero a precio muy alto.

Cuándo se van los mosquitos

“No, no podés hablar de millones. Tenés que agregarle varios ceros más. La nube de mosquitos abarca muchas provincias. Colegas de Santiago del Estero, del norte de Santa Fe, del sur Chaco me decían que es impresionante. Los mosquitos están abarcando geográficamente una superficie increíble”, graficó Fischer.

Su explicación sobre el comportamiento de este mosquito “de inundación” es apasionada y contagia interés: “Es un mosquito particular porque se cría en ambientes acuáticosrecurrentes. O sea que pasa por ambientes de inundación, sequía e inundación otra vez. Les decimos charqueríos de lluvia, nosotros”.

“Ahí las hembras ponen huevos, pero no en el agua sino en el suelo, que puede ser un charquerío seco o el borde de un charco que si llueve se agrandará”, aclaró.

Suena fascinante: los huevos son puestos por las hembras en lugar estratégicos; rincones secos que ellas saben que tarde o temprano se mojarán, siendo “tarde o temprano” un rango tan amplio como «mañana» o «dentro de un año», dijo Fischer. 

El huevo, a la espera de eclosionar cuando se moje (para volverse larva y luego mosquito), seguirá vivo el tiempo que haga falta.

“Si hay muchos días de lluvia y esto pasa en muchos charcos, tenés millones de larvas desarrollándose y millones de adultos emergiendo constantemente y millones de hembras buscando sangre para lograr la maduración de sus huevos”, aclaró la científica. Al revés, ante una “sequía prolongada, se genera una acumulación de generaciones de huevos esperando mojarse”.

Por fin, ¿cuándo aflojarán los mosquitos? Quizás antes de que se normalice la provisión de repelente, tomando el poco preciso «próximas semanas» comunicado por SC Johnson.

Según Fischer, por más que haya muchos mosquitos poniendo huevos y aunque siga lloviendo y puedan nacer más larvas rápidamente, “la especie tiene una estrategia para no eclosionar todos a la vez”. Escalonan o dosifican su propia producción, podría decirse, cosa de garantizar la supervivencia del colectivo en el tiempo.

“Aunque haya un montón de hembras poniendo huevos, no todos van a eclosionar y además muchas van a morir, lo que hará que vaya bajando la cantidad”, dijo la experta, y concluyó: “Yo diría que en una semana a diez días debería aplacar. Este es un pico. No son situaciones que duren todo el verano, por más que siga lloviendo”.