El candidato a senador por Cambiemos, Esteban Bullrich, cerró el ciclo ‘Diálogo con los candidatos’ organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) que presentó Adrián Whertein y realizó el fundador de Infobae, Daniel Hadad.
«Hay gente a la que no le llegó lo que hacemos, lo que está buscando, entonces tenemos que ver qué esperan, es una etapa de mucha escucha», admitió sobre la derrota que se confirmó con el recuento definitivo de los votos de las PASO en Buenos Aires para la categoría a senador.
Pero relativizó la diferencia: «No cambian 20.000 votos, los argentinos ratificamos el cambio, no cambia la gran elección que hizo Cambiemos en la Provincia y en todo el país», remarcó y enumeró a Santa Cruz, San Luis, La Pampa y Neuquén como distritos que les eran adversos y donde en las primarias ganó Cambiemos.
Bullrich habló también de que «hay cosas que corregir» y varias veces puso en el centro de su exposición, como ex ministro de la Ciudad y de la Nación, la educación. «Durante muchos años la educación fue perdiendo valor por culpa de la política, la abandonamos», evaluó al reivindicar de alguna manera su propia candidatura frente a un auditorio repleto en el hotel Alvear.
El tema de mayor conflictividad fue la desaparición de Santiago Maldonado y el vínculo con los sindicatos de la educación. «Los gremios tenían omnipresencia porque el Estado se corrió», planteó respecto al gobierno anterior y los cambios que plantea Cambiemos para los próximos años en la escuela secundaria.
Sin embargo celebró que haya padres que a través de las redes sociales hayan manifestado su disconformidad con el cuadernillo de CTERA presentado para explicar a los alumnos el caso Maldonado. «No quieren generar un debate, quieren bajar una línea, no podemos formar ciudadanos sin debate pero no se hace con una mirada única», cuestionó a los gremios.
Ya desde el inicio, pronosticó que probablemente la elección «se polarice más» y admitió que considera «una ventaja» confrontar con Cristina Kirchner «cuando planteamos un cambio tan profundo que la que fue líder de esa mirada tan opuesta esté enfrente, permite contraponer esas miradas». «Se ratificó que vamos por otro camino», repitió por lo menos tres o cuatro veces a lo largo de su presentación.