Llegan las Fiestas de fin de año y no puede faltar un buen pan dulce en la mesa. Año tras año, la tradición se renueva, con opciones de todo tipo y ofertas variadas de productos. Las alternativas son para todos los gustos, con frutas secas, abrillantadas o sin frutas, con chocolate o solo. Lo importante es disfrutar de un buen pan dulce.
Algunos ya son clásicos y todos los años renuevan el voto de confianza de los consumidores, que pasan a convertirse en “fanáticos”. Otros experimentan la novedad, y con menos tradición, ofrecen productos de categoría. Aquí van varias opciones para degustar en la mesa de Navidad y de Año Nuevo.
El más tradicional: Plaza Mayor
Sinónimo de pan dulce, desde hace décadas ocupa el podio como un clásico que no pasa de moda. Ofrece una sola variante, del tipo genovés, con abundantes frutas secas y abrillantadas, pincelado en almíbar. Si bien lo elaboran durante todo el año, en Navidad y Año Nuevo tienen mayor demanda, con largas filas y horas de espera, que valen la pena desde luego. Se puede conseguir en Venezuela 1399 y sucursales.
El más generoso: Nucha
Hay varias versiones: el pan dulce tipo milanés de miga esponjosa, con frutas secas, pasas de uva y cascaritas de naranja. También hay una versión genovesa y otra tipo milanés con almendra y nuez. Se adaptaron a la nueva tendencia, y ofrecen versiones con chocolate y cascaritas de naranja. Es caro, pero lo vale. Los valores van desde los 1.500 pesos hasta 4.000, con envios a domicilio y compras desde la web del comercio.
El más antiguo: El Progreso
Su pan dulce perpetúa la tradición del clásico “Panettone” italiano y sus delicias artesanales no pueden faltar a la hora de merendar o tomar el té. Se destacan el pan dulce genovés, pan dulce veneciano, rosca de almendra, entre otras delicias.
En la panadería El Progreso hacen el mismo pan dulce desde el año 1919. El tipo genovés viene con todas las frutas secas y abrillantadas. Se consigue en la panadería, en Santa Fe 2820, CABA.
Para los fanáticos de la historia: pan dulce de la Isla Martín García
La Isla Martín García fue testigo de numerosos hechos históricos, vio pasar la flota anglo francesa, también a presidentes como Marcelo T. de Alvear, Hipólito Irigoyen, Juan Perón y Arturo Frondizi. La panadería está en la isla y es principios de siglo, con su horno a leña, y su elaboración totalmente artesanal, en donde todo el año se hornean los pan dulces más ricos que se hacen en la Argentina, con su bolsa rústica de papel kraft, su lata ó caja para regalo.
Dicen que en la Quinta de Olivos no se come otro pan dulce que no sea el de la Isla Martín García. Se puede conseguir únicamente en Capital Federal, en la emblemática bombonería Bombonella, Av. Corrientes 1479.
Opción sana: Hausbrot
Se trata de un pan dulce integral, con materias primas orgánicas y muy sano. Es del tipo genovés, de masa bien suave y esponjosa, perfumada con azahar y naranja, con pasas de uva y castañas de cajú.
También hay una versión «primavera» sin manteca, y otra sin frutos secos, tipo “pandoro” de Verona. Arriba tienen castañas de cajú tostadas y están bien doraditos. Simples y ricos, para acompañar una cena sin desbordarse e incluso para una merienda cotidiana.
Los valores son a partir de los 990 pesos, con varias opciones para los que se cuidan y no quieren caer en los excesos de las Fiestas. Se hacen entregas a domicilio, previa verificación de la zona.
