El festejo se demoró más de lo esperado. El lento escrutinio y la paridad, por momentos, en el resultado, aletargaron la celebración. Pero poco después de las 22.30 horas, el gobernador electo Alberto Weretilneck ingresó al Círculo Italiano de Cipolletti para dar rienda suelta a la celebración.
Lo hizo acompañado por joven abogado Rodrigo Buteler quien fue elegido como jefe comunal de la misma localidad valletana.
El candidato oficialista a la gobernación se impuso en el recuento oficial de votos y la fuerza provincial que lidera, Juntos Somos Río Negro, logró retener el poder en la provincia patagónica.
Antes de tomar contacto con la militancia, dialogó con los medios de prensa y agradeció el acompañamiento de las fuerzas que conforman “el gran acuerdo rionegrino”. De fondo se oían los bombos de los militantes que coreaban su apellido y aguardaban ansiosos rendirle homenaje por el resultado de las urnas. Luego subió al piso superior del mismo club deportivo y con brazos en alto se encontró con sus seguidores.
Con el 94 por ciento de las mesas escrutadas, el Senador Nacional aventajó al candidato de Cambia Río Negro, Aníbal Tortoriello en unos 22 puntos porcentuales. A pesar de la derrota, fuentes de esa fuerza destacaron el crecimiento que tuvieron en comparación con la elección de 2019. “Logramos un crecimiento sostenido a lo largo de los años, tendremos una importante presencia en la próxima conformación de la legislatura rionegrina y pelearemos para imponer a nuestros candidatos en los próximos comicios provinciales” dijeron.
A través de twitter, Tortoriello admitió la derrota aunque no felicitó al ganador. “Definitivamente el cambio ya empezó, hoy dimos un gran paso. Quiero agradecer a todos los que nos acompañaron y les aseguro que vamos a seguir dando la pelea para que Río Negro pueda crecer en serio” posteó.
Mientras que en la provincia vecina el candidato opositor Rolando Figueroa festejaba su triunfo, la Justicia electoral rionegrina iniciaba la carga de los guarismos oficiales. La diferencia en la celeridad del conteo estuvo supeditada al sistema de votación, que fue electrónica en la provincia petrolera y convencional, con boletas de papel, en Río Negro.
Las encuestas habían anticipado una diferencia mayor a favor del candidato oficialista, aunque los resultados fueron más acotados de lo previsto.
Se postuló en tres boletas distintas. La propia, una colectora con fragmentos del peronismo y otra impulsada por un sector del radicalismo, que optó distanciarse de la coalición de Juntos por el Cambio – ahora Cambia Río Negro – y adherir a la fórmula oficial.
Con la sumatoria de sus listas, Weretilneck superó a Tortoriello por algo más de 61 mil votos. Con lista propia y la adhesión del radicalismo obtuvo el 30,94 por ciento de los sufragios y a ello se le sumó el 10,96 que aportó la colectora peronista, alcanzando el 41,9 por ciento. Su rival más cercano llegó al 23,91 por ciento.
“Comienza una nueva forma de hacer política, sin quiebres y grietas” dijo el candidato electo. Cuando la tendencia era irreversible, restando aún el 25 por ciento del escrutinio definitivo, Weretilneck celebró la victoria y agradeció la confianza de los rionegrinos al “gran acuerdo”, tal como denominó al pacto que alcanzó con el peronismo y el radicalismo.
Destacó el acompañamiento de Nos Une Río Negro, fuerza conformada con fragmentos peronistas y de Nuevo Encuentro, y del radicalismo que adhirió a su candidatura a partir de la implementación de un esquema de votación que tuvo su debut en esta elección.
“Planteamos una nueva forma de construir la ciudadanía de Río Negro, con respeto, dialogando con todos, entendiendo al otro, entendiendo el ahora. Ese mensaje fue bien recibido por los rionegrinos. Estamos felices” dijo Weretilneck.
Dijo que “no somos autoritarios, ni sabemos toda la verdad. Somos humildes y trabajadores, nos ponemos en el lugar de otro y tomamos el mensaje de los que no nos votaron. Receptaremos muchas de esas ideas que se plantearon”.