«Lo que me gusta de los libros de Ceferino Reato es que se enfocan en desmitificar algunas verdades políticamente correctas para ver qué pasó. No es lo común». Así arrancó la presentación del último libro del periodista y licenciado en Ciencias Políticas, Salvo que me muera antes, a cargo de Jaime Durán Barba.
El ecuatoriano le explicó al salón colmado del Colegio San Pablo, en plena Recoleta, que «practico la neutralidad epistemológica», «no hay que tratar de mostrar una tesis de manera preconcebida». «Por eso tampoco creo en las teorías conspirativas», otro elemento que «distingue el libro, que gracias a la investigación, dio por tierra con los que creían que Cristina o su hijo lo habían matado a Néstor, o cosas tan o más desopilantes aún».
En el libro se realiza un detalle minucioso de todos los acontecimientos que rodearon a la muerte del ex presidente, cómo actuó su esposa y toda la gente que los rodeaba esa noche y la gran cantidad de amigos del occiso y funcionarios del gobierno en torno a semejante e inesperado suceso.
El periodista relató una parte de su libro, la referida al funeral en la Casa Rosada. «Cristina decidió que se hiciera ahí no sólo para evitar a (Julio) Cobos, sino también porque Néstor no era un parlamentario, sino un hombre de gestión». Y contó el rol que tuvo Javier Grosman, el responsable de la «puesta en escena», un gran gestor cultural que trabajaba en la órbita de la Secretaría General, a cargo de Oscar Parrilli. «La participación de Grosman fue decisiva y lo que hizo fue seguir los lineamientos de los festejos del Bicentenario», aseguró.
Durán Barba finalizó diciendo que «el kirchnerismo y el peronismo son muy parecidos al PRI, expresan algo coherente, conductas de tipo clientelares y corporativas que están en la sociedad». «Se trata de un fenómeno social de fondo en la Argentina, una fuerza real que exige y que va a seguir teniendo un montón de votos».