La Casa Blanca confirmó este jueves que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió aceptar la invitación del líder norcoreano, Kim Jong-un, quien propuso un encuentro con su colega estadounidense y suspender su programa nuclear y de misiles para iniciar una negociación.
Trump «aceptará la invitación para encontrarse con Kim Jong-Un», apuntó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien añadió que Washington «busca la desnuclearización de Corea del Norte.
Anteriormente, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, había adelantado la noticia señalando que el encuentro sería en mayo próximo, reportó la agencia de noticias DPA.
Chung, quien se reunió con Kim en Pyongyang a principios de esta semana, también dijo que el líder norcoreano había acordado abstenerse de hacer nuevos ensayos nucleares y estaba comprometido con la «desnuclearización completa» de la península de Corea.
El funcionario surcoreano forma parte de una delegación de su país que se reunió más temprano con representantes del gobierno estadounidense para dialogar sobre el conflicto con Corea del Norte.
La noticia acabo con la expectativa generada esta tarde por el propio Trump, quien había adelantado que el gobierno de Corea del Sur haría un «gran anuncio» en relación a Corea del Norte.
El inicio de conversaciones preparatorias entre Washington y Pyongyang supone un nuevo avance en las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano, tras el actual deshielo protagonizado por las dos Coreas a raíz de los últimos Juegos Olímpicos de Invierno.
La reunión anunciada entre los mandatarios de ambos países sería histórica, ya que nunca antes un presidente estadounidense se ha reunido con un líder norcoreano.
En el último año, tanto Trump como Kim habían sido protagonistas de un fuerte cruce de insultos y amenazas a raíz de la escalada en la crisis por el programa nuclear norcoreano.
Entonces, el magnate republicano había descartado las conversaciones directas, a menos que Corea del Norte tomase medidas para renunciar a su arsenal nuclear, una posibilidad que parece darse.
Hace dos días, el gobierno surcoreano anunció que Seúl y Pyongyang celebrarán una cumbre en abril para abordar la creciente tensión entre ambos estados y que podría dar pie a un proceso de desnuclearización de la Península de las dos Coreas.
Pese a que, según informó la comitiva surcoreana, Kim Jong-un estaría dispuesto a suspender sus ensayos con armamento nuclear de cara a facilitar las conversaciones, por el momento el gobierno estadounidense se ha mostrado escéptico sobre las intenciones reales de Pyongyang.
En este contexto, el congresista republicano Luke Messer reclamó hoy el premio Nobel de la Paz para Trump, en caso de que Corea del Norte inicie su proceso de desnuclearización.
«Si las conversaciones con Corea del Norte llevan a una acción concreta, el presidente Trump debería estar bien encaminado hacia su propio premio Nobel de la Paz», aseguró en un comunicado Messer, en relación al reciente acercamiento entre Washington y Pyongyang.
«Corea del Norte está apuntando por primera vez la voluntad de discutir el desarme de sus capacidades nucleares; si esto sucede, sería resultado directo del fuerte liderazgo del presidente Trump y su acción decisiva hacia el brutal tirano norcoreano», apuntó Messer.