6 de febrero, 2019

Donald Trump condenó «el brutal régimen de Maduro»

Ante el Congreso, el presidente norteamericano ratificó su apoyo a la "búsqueda de libertad" y al "nuevo presidente interino" Juan Guaidó.

Ante el Congreso en pleno, el presidente estadounidense, Donald Trump, insistió en construir el polémico muro fronterizo con México, fuente de profundas divisiones, y dedicó varias frases a la delicada situación política que atraviesa Venezuela.

 

 

Trump destacó su apoyo a la «búsqueda de libertad», denunciando la «brutalidad del régimen» de Nicolás Maduro y reiterando su apoyo al «nuevo presidente interino» Juan Guaidó.

 

 

«Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han convertido a esa nación, de ser la más rica de América del Sur, en un estado de pobreza extrema y desesperación», afirmó.

 

 

«Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de libertad», dijo en el acto donde el enviado de Guaidó a Washington, Carlos Vecchio, era uno de los invitados especiales.

 

 

Trump usó el tradicional discurso anual sobre el Estado de la Unión, televisado en horario estelar ante una audiencia masiva, para pedir unidad, sin dejar de fustigar lo que consideró investigaciones «ridículas» y «partidistas», en alusión a la pesquisa sobre una presunta colusión de su campaña presidencial y Rusia, que ensombrece su mandato.

 

 

«Debemos rechazar la política de la venganza, la resistencia y la represalia, y abrazar el potencial ilimitado de la cooperación, el compromiso y el bien común», dijo Trump, en una alocución muchas veces interrumpida por los aplausos de sus partidarios.

 

 

Cuando faltan 10 días para la fecha límite que dio al Congreso para financiar su muro, y evitar así un nuevo conflicto presupuestario como el que provocó el reciente cierre récord de 35 días del gobierno, el presidente aseguró que llevará a cabo su proyecto insigne para frenar la inmigración ilegal, que la oposición demócrata rechaza de plano.

 

 

«Lo haré construir», prometió. «Los muros funcionan y los muros salvan vidas. Así que trabajemos juntos, encontremos un compromiso y logremos un acuerdo que realmente haga que Estados Unidos esté seguro», afirmó.

 

 

No declaró sin embargo la «emergencia nacional» con la que había amenazado, algo que le concedería poderes extraordinarios para tomar decisiones sin el aval del Congreso, pero que los demócratas ya anunciaron que impugnarían.

 

 

«Son los inmigrantes, no los muros, los que hacen que Estados Unidos sea más fuerte», respondió justo después de su discurso Stacey Abrams, que casi se convierte en la primera gobernadora negra de Georgia en noviembre y fue la encargada de dar la respuesta al presidente en nombre de los demócratas.

 

 

En su alocución, Trump criticó la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa, que suele tildar de «caza de brujas».

 

 

«Un milagro económico está por producirse en Estados Unidos, y lo único que lo puede detener son las guerras tontas, la política, o las investigaciones ridículas y partidistas», afirmó, generando un gesto de disgusto de la influyente presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.

 

 

Trump también defendió su política exterior. «Las grandes naciones no pelean guerras interminables», dijo, luego del revés que sufrió en el Senado el lunes con la aprobación por amplia mayoría de una enmienda que critica su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Siria y Afganistán.

 

 

Además, aseveró que las conversaciones de paz con los talibanes avanzan en forma «constructiva», mostrándose cautelosamente esperanzado sobre la posibilidad de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos, lanzada poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

 

 

Concluyó su mensaje de poco más de 80 minutos con el mismo tono unificador con que lo inició: «Debemos elegir si nos definimos por nuestras diferencias o si tenemos la audacia de trascenderlas».