Los detenidos por el homicidio del colectivero acusaron a dos vendedores de droga de ser los autores del crimen

Los dos jóvenes detenidos por el crimen del colectivero Leandro Alcaraz declararon durante siete horas en la fiscalía de menores. Ambos negaron haber asesinado al chofer de la línea 620 y acusaron a dos ciudadanos paraguayos involucrados en la venta de drogas de haber cometido el homicidio.

Jonathan Acevedo, de 18 años, uno de los detenidos, aseguró que el día del asesinato del colectivero, a las 16:30, estaba en la puerta de su casa junto a dos amigos. En ese momento, según declaró, el joven de 17 años, apodado «Tanito», que también está detenido, llegó a su casa para contarle que dos paraguayos habían asesinado a un chofer de colectivo, en la parada frente a la plaza San Pedro.

Acevedo contó que llegó a la plaza y se encontró con muchas personas que estaban rodeando el colectivo donde se encontraba el chofer. Luego volvió a su casa y se quedó ahí hasta las 1 de la madrugada, cuando la Policía Bonaerense ingresó a la vivienda y se lo llevó detenido. En ese sentido, reveló que estuvo en la comisaría de Virrey del Pino hasta las 8 de la mañana, cuando recuperó la libertad.

El joven denunció que la policía le sacó fotos y le pidió que se declarara culpable. Según consta en la causa, Acevedo contó que en la tarde del lunes su hermana lo despertó de la siesta y le contó que su foto estaba circulando en las redes sociales y que lo estaban acusando de ser el asesino del colectivero.

Acevedo aseguró que después de enterarse que sus fotos circulaban por las redes, fue junto su madre, su amigo de 17 años y la madre de este, a la comisaría. En ese momento, el menor le habría confesado que fueron «los paraguayos del fondo» los que mataron al chofer.

Luego, el joven describió a los ciudadanos paraguayos que acusó de haber cometido el crimen. Dijo que medía 1,75, de altura, ojos claros, cabellos con rulos y un color medio rojizo. Mientras que a un segundo lo describió como retacón, fuerte y de pelo oscuro. El joven afirmó que ambos ciudadanos vivían a cinco cuadras de la casa de su amigo en casas pintadas de color blanco, sin rejas y sin tejido.

Por otra parte, el menor de los detenidos, contó que se acostó a las 7 de la mañana del domingo luego de haber salido a bailar y que durmió hasta las 16:20. Según reveló, su hermano de 14 años le contó que habían matado a una persona en la plaza, por lo que decidió ir a ver lo que había sucedido. En ese camino, aseguró, se cruzó con dos personas y advirtió que una de ellas tenían un revolver negro en la mano.

El menor detenido dijo conocer a las dos personas que se cruzó porque «vendían droga en el barrio». De uno dijo que «era rubio y con rulos», mientras que al segundo lo describió como «gordito y morocho».
Además, sostuvo que uno de ellos tienen la costumbre de «gritar zapucay en su casa, tomar mucho alcohol y tirar tiros al aire».

El adolescente contó que el lunes fue a trabajar a una casa donde estaba pintando y que su patrón, al ver las fotos en las redes sociales de él y su amigo, lo llevó hasta su casa, donde se juntó con Acevedo. Junto a sus madres fueron a presentarse a la comisaría.

El menor detenido dijo que en la comisaría le sacaron fotos y que esas imágenes después salieron en los medios. Además, denunció que lo golpearon y maltrataron.