La diputada nacional, Elisa Carrió, reiteró la idea de que está «dispuesta a morir en la Casa Rosada» frente a un golpe de Estado.
«Nosotros en helicóptero no nos vamos, los peronistas saben que digo la verdad. Además, voy a manejar pistola por si acaso para que no me metan presa. Sería divino D’Elía matándome a mí, sería un final heroico maravilloso. No joroben, esperen las elecciones, y no maten a los pobres. Porque ustedes ponen muertos, muchachos, lo vi en 2001», dijo Carrió.
En un extenso reportaje que concedió a Joaquín Morales Solá en TN, Carrió aseguró: «Vamos a terminar el mandato y a ganar la próxima elección».
Luego de los anuncios del Gobierno, que se dieron este lunes tras un fin de semana de intensas reuniones en la Quinta de Olivos, Carrió analizó: «Me parece bien que no hubo demasiados cambios, porque el mercado no te puede ganar y Paolo Rocca tampoco. Hubo un golpe de mercado y de la vieja corporación económica».
Tras haber dicho que está dispuesta a morir en la Casa de Gobierno, la socia fundadora de Cambiemos completó la idea: «Veo el golpismo. Soy testigo histórico. Lo viví en 2001. Hay sectores kirchneristas que buscan la impunidad, hay sectores que se quieren vengar, por ejemplo, los laboratorios, que fijaron siempre los precios».
En un contexto difícil para el Gobierno, la legisladora diferenció al Presidente de su padre, Franco: «Tiene una decisión con un costo personal y familiar terrible. Hay que tener coraje. Ya no quiere el dinero, él quiere ser un gran Presidente».
Respecto de la situación actual, Carrió indicó: «Estamos pasando como un tren que pasa por un túnel en una montaña. Te da miedo porque solo ves oscuridad, pero después salís y ves la luz. Vamos a vivir los seis meses más difíciles de la Argentina. Pero vamos a hacer lo necesario para que esa luz beneficie a los argentinos para siempre y se termine la Argentina del privilegio y de los golpistas».
También volvió a cuestionar el desplazamiento de los vicejefes de Gabienete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y atribuyó su salida a presiones de los laboratorios.
«Sacaron a dos ministros inteligentes, ¿con quién voy a hablar, con los granaderos? Eran los dos tipos más inteligentes, tenían cultura y experiencia, ¿cómo les sacan esos hombres al Presidente?».
En otro tramo de la entrevista, la diputada contó por qué decidió no participar de las reuniones en la residencia presidencial. «No puedo, me pongo nerviosa con algunos hipócritas. No aguanto la hipocresía y no me banco siete horas hablando. Son muy largueros los políticos y son un aburrimiento».