Bajo fuertes críticas y discusiones, el decreto que coloca en manos de las Fuerzas Armadas la garantía de “la ley y el orden” fue revocado hace unos minutos por el presidente Michel Temer. Su aplicación había generado una reacción muy fuerte de todos los estamentos sociales, incluido el Congreso que entendía que la medida era “exagerada”.
Para algunos analistas, inclusive, había sido tomada de acuerdo a una estrategia de Temer de mantenerse en el poder. Quien anunció públicamente la decisión fue el ministro de Defensa Raúl Jungmann, quien sostuvo que “el presidente considerando que fue restaurado el orden, la seguridad del patrimonio público y de las vidas, resolvió revocar la medida”.
Sostuvo el ministro que la tranquilidad “fue recuperada”. Y añadió que “no hay democracia sin orden” y que “dentro de la constitución todo, fuera de la constitución nada”.
Según el decreto, que se basó en la Constitución brasileña, los militares recibirían en forma provisoria “la facultad de actuar con poder de policía”.
La vigencia de la medida estaba prevista hasta el 31 de mayo. Según constitucionalistas citados por la prensa brasileña, la aplicación de la medida debía tener cabida solo en caso en que hubiera posibles actos terroristas. Ese fue el caso de la Olimpíada de Río de Janeiro (en 2016). La eventualidad de ataques terroristas en un acontecimiento tan masivo llevó a la implementación de una medida que permitió a las Fuerzas Armadas controlar los lugares, avenidas de acceso y transporte cariocas que podrían ser objeto de atentados.
El especialista Ruben Becak sostuvo “que se utiliza ese dispositivo de la Constitución en forma exagerada. Parece un golpe de Estado”. En testimonio al diario Folha de Sao Paulo, el experto Jorge Zaverucha dijo que «Temer está luchando para sobrevivir y está mostrando que tiene el apoyo de las Fuerzas Armadas”.
El jefe de Seguridad Institucional, general Sergio Etchegoyen, que estuvo junto con el ministro Jungmann, hizo un relato del “vandalismo” en las que se prendió fuego a las entradas de algunos ministerios. “Los bomberos no tenían condiciones de llegar” para apagar el fuego dijo el general, y agregó también que “el presidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia había pedido a la Fuerza Nacional”. Ante esa situación decidieron que debían intervenir las Fuerzas Armadas, algo que hoy no se ve ya como necesario.