El ex vicepresidente Amado Boudou ratificó su inocencia en la causa Ciccone Calcográfica y negó vínculos con Alejandro Vandrenbroele, el «arrepentido» que dice haber actuado como su testaferro en la compra y administración de la imprenta.
«De ninguna manera me quedé con Ciccone. Y eso, a esta altura del debate, está clarísimo que había otros inversores», manifestó Boudou, durante «Perspectivas desde Buenos Aires», el exitoso ciclo que conduce Jonatan Viale en CNN en Español.
Allí el ex funcionario reiteró que no tenía tratos «ni comerciales ni personales» con Vandenbroele, que lo vio «dos veces en mi vida», que solo «le alquilé un departamento a través de un tercero», rechazando que haya sido su testaferro o el de su socio José María Núñez Carmona.
«Vanderbroele lamentablemente es una persona que está jugando el rol de arrepentido, esta nueva figura en la Justicia que es bastante dudosa. Alquilaba un departamento en Puerto Madero. Es muy distinto a decir que le pagaba el cable. Eso no tiene nada que ver con un juicio penal donde está en juego la libertad de las personas. No se está juzgando el manejo de Ciccone», sostuvo Boudou.
En ese sentido desligó también al ex presidente Néstor Kirchner al asegurar que «no tuvo absolutamente nada que ver» con las operaciones de la compra de Ciccone.
«Vandenbroele puede decir lo que quiera, yo también puedo inventar ahora que Donald Trump está manejando todo el comercio de la Argentina, porque se me acaba de ocurrir, pero una cosa muy distinta es probarlo luego en una instancia penal, donde está en juego la libertad de las personas», sostuvo Boudou.
Incluso en determinado punto de la nota con Viale apuntó a Raúl Moneta, señalando que «le dije en el primer momento al juez que había que investigar a otros inversores que estaban en el tema Ciccone».
«Toda esta causa, que por suerte ya está terminando, es una persecución política», dijo Boudou, trazando un paralelismo en cuanto a los problemas judiciales que atraviesan numerosos dirigentes del kirchnerismo con lo que ocurre con el Partido de los Trabajadores en Brasil.
«He integrado un gobierno que atacó intereses muy poderosos y consiguió muchos derechos para mucha gente», recalcó el el funcionario, indicando que algo parecido había sostenido en estos días el ex canciller brasileño Celso Amorin.