La Cámara de Diputados fue protagonista ayer de una discusión con ribetes escandalosos en medio del debate por la reforma previsional que impulsa el gobierno nacional con el respaldo de 23 gobernadores.
Eduardo Amadeo, presidente de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, comparó el comportamiento de algunas agrupaciones sociales que quisieron interrumpir el tratamiento de la iniciativa con el nazismo.
«Vinieron en banda y nos dijeron que nos iban a ir a buscar, es una frase que usaban los nazis», aseguró Amadeo en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red.
El legislador nacional señaló que esos «energúmenos» responden al kirchnerismo y defendió la posición adoptada por la bancada oficialista, que se alineó detrás de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que se compone en un 70% por el índice de inflación y un 30% por el avance de la Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (RIPTE).
«La razón está de nuestro lado frente a lo que tenemos al frente: estos señores que se convirtieron en los apóstoles de los jubilados son los culpables de que el sistema haya explotado, estos tipos que ayer gritaban son los que dejaron morir a 300 mil jubilados sin que pudieran cobrar los juicios, son los que crearon una fórmula que les hizo perder miles de millones de pesos a los jubilados porque mentían con la inflación», argumentó.
Tras los incidentes, el interbloque Cambiemos logró firmar un dictamen de mayoría con el respaldo de algunos representantes de la oposición. El objetivo de la Casa Rosada es que el proyecto se apruebe antes de Navidad, en sesiones extraordinarias.
Con esta medida el Gobierno busca achicar el déficit operacional de un sistema previsional cuyos aportantes no llegan a cubrir los fondos necesarios para pagar los haberes todos los meses.
Según el kirchnerismo, el recorte significa una fuerte disminución en los aumentos que reciben los jubilados todos los años en un contexto complejo para la mayoría de ellos, quienes perciben una remuneración mínima de $7.246.