El oficialismo en el Senado nacional hizo valer su número y obtuvo dictamen de mayoría para avalar en la comisión de Hacienda y Trabajo los cambios impulsados en la fórmula de movilidad previsional para el 2021.
Luego de varios cruces y chicanas, el Frente de Todos está listo para dentro de 7 días darle media sanción a la norma y que regrese a la Cámara de Diputados para que vuelva a ser discutida pero con las modificaciones. Esos cambios que fueron negociadas entre el bloque del FdT del Senado y la Casa Rosada -en una imagen más de oposición y oficialismo- incluyen algunos cambios que impactarán en las cuentas fiscales de 2021 y en el Presupuesto.
La fórmula inicial establecía dos actualizaciones al año que se conformaban 50% a base del crecimiento de los salarios y 50% a base de la recaudación. Además, establecía que el aumento de 5% de diciembre que se otorga por decreto iba a ser tomado a cuenta del incremento que se aplique con la nueva fórmula en marzo de 2021.
La norma que salió de la comisión establece varias modificaciones a ese esquema inicial que había salido del Ministerio de Economía. El primero es que el aumento de diciembre de 5% pasa a ser remunerativo y no se va a descontar del incremento de marzo.
El segundo cambio tiene que ver con la periodicidad de los ajustes. En la fórmula inicial que tenía media sanción de Diputados establecía que la movilidad estaba dada de manera semestral pero con estos cambios los aumentos se aplicarán en forma trimestral. Esto impactará en que habrá seis meses de aumentos no previstos.
El tercer cambio es la fórmula de actualización para las jubilaciones y pensiones. En el sistema original se establecía que se tomaba 50% de recaudación y 50% del índice de variación salarial. Sin embargo, la comisión aprobó una nueva fórmula. El proyecto que será tratado en el Senado establece que el ajuste será por recaudación, por el índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) que realiza el Ministerio de Trabajo y por el Indice Salarial del Indec, el cual también toma la variación del trabajo en negro. Es decir, con este cambio aparecen las paritarias más altas dentro de ese trimestre.
Otro punto que se modifica es que se elimina el artículo 6, que establecía un techo que estaba fijado por la evolución de toda la recaudación de la Anses. Así había quedado establecido en el texto original el cual señalaba que los gastos no podían ser mayores que los recursos. Este artículo fue eliminado.
Asimismo, la diputada Mirta Tundis señaló que los cambios mejoraron el proyecto y que “son en beneficio de los jubilados”, a la vez que remarcó que “se vuelve a la fórmula que se había logrado en el pasado con Massa”.
“El coeficiente por movilidad previsto, que se determinaba para el mes de marzo de 2021, estaba dado por el resultante diferencial entre el porcentual que arrojaba la aplicación de la fórmula que se aprueba para el incremento y el correspondiente a diciembre de 2020. Esto era inaceptable”, explicó Tundis.
Los cambios repercutirán en las arcas del Estado nacional, en el Presupuesto 2021 y en lo que viene negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “El sólo hecho que el 5% no se descuente significa un aumento de 0,3% del déficit 2021″, explicó a Infobae Martín Vauthier, economista de EcoGo. “Ese es el cambio más significativo en términos fiscales porque las jubilaciones semestrales sólo iban a tener el aumento de marzo que iban a estar disminuyó con la quita de diciembre, con lo cual el aumento nominal entre diciembre y agosto iba a ser bajo. Iba a tener un impacto fiscal muy positivo pero implicaba que en un año electoral las jubilaciones llegaran con una caída real a agosto”, agregó Vauthier.
Respecto a los otros cambios, Vauthier señaló que es “prácticamente imposible proyectar un déficit porque depende de decisiones de política y la pandemia, implica subsidios, movilidad, paritarias, etc.” pero que la propia estructura de la fórmula “no modifica demasiado, el impacto viene por el pago a cuenta. Después habrá que ver cuál es la diferencia entre el Ripte y el índice de variación salarial”.