Tras un rebrote de casos de coronavirus, los dos principales aeropuertos de Beijing cancelaron este miércoles 1.255 vuelos. Esas cifras representan un 67% de los viajes salientes y el 68% de los entrantes. La capital reportó 31 infecciones, la mayoría de las cuales están vinculadas a un mercado de alimentos en la ciudad de 20 millones de habitantes, informó la prensa local.
Con el objetivo de frenar este brote de la enfermedad, las autoridades anunciaron una serie de estrictas medidas. Se limitará el número de asistentes a museos, bibliotecas y galerías al 30% de su capacidad. Además, se suspendieron los eventos deportivos y otras actividades multitudinarias.
Las reuniones pueden llevarse a cabo bajo estrictas condiciones, con menos de 100 participantes, una provisión que es considerada como importante para mantener en funcionamiento al gobierno central de China.
Las actividades turísticas en grupo dentro de la ciudad y las provincias fronterizas quedaron suspendidas, sumándose a las prohibiciones impuestas a los residentes de áreas de alto riesgo de salir de la capital, y a las restricciones a taxis y servicios de transporte para no llevar pasajeros fuera de los límites de la ciudad.
Los cambios de último momento se suman a la clausura de las escuelas, justo cuando los niños iban a regresar a las aulas.
El uso de tapabocas, el distanciamiento social y las desinfecciones se ejercerán de manera más estricta, al igual que las revisiones a las entradas de las comunidades residenciales, en las que se requerirá, en algunos casos, que se demuestre que las personas no hayan visitado lugares con reportes de infecciones.
A nivel nacional, China registró 44 casos nuevos, cerca del promedio de días recientes. Once de esas infecciones son de viajantes procedentes del extranjero, mientras que se reportó un caso local en la provincia de Hebei, vecina de Beijing, y otro en la provincia de Zhejiang, en el sureste del país.
Por otra parte, el Global Times señaló que algunos de los pacientes que fueron atendidos estos días en los hospitales presentaron «síntomas atípicos» del COVID-19, tales como malestar en las articulaciones, algo que los médicos consideran «extraño».