Los primeros camiones con ayuda humanitaria para millones de venezolanos llegaron el jueves a la frontera con Colombia, a la espera de que el gobierno de Caracas les permitiera la entrada, una situación que Estados Unidos no planea forzar.
Al menos siete camiones llegaron al centro de acopio de la ciudad colombiana de Cúcuta, coordinado por autoridades colombianas y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), informó la agencia Reuters.
Según AFP, una decena de vehículos cargados de provisiones entraron a las en el centro de almacenamiento.
Un numerosos grupo de venezolanos emigrados a Colombia recibieron con alegría la caravana que llevaba la ayuda solicitada por el opositor venezolano Juan Guaidó –reconocido como presidente interino por unos 40 países– y rechazada por el mandatario Nicolás Maduro, quien ordenó bloquear el puente fronterizo.
«La esperanza está llegando, y bueno, que se abra este rumbo hacia un mejor futuro», dijo Francisco Javier Pernea, un migrante venezolano de 44 años, que abandonó su país hace seis meses.
Maduro negó rotúndamente que en Venezuela exista una crisis humanitaria, pese al éxodo de tres millones de personas en los últimos años, y dice que su gobierno no aceptará “limosnas” y menos de la Casa Blanca, a la que acusa de querer derrocarlo y de asfixiar la economía con sanciones.
En tanto, el enviado especial de Washington para Venezuela, Elliott Abrams, dijo el jueves que la asistencia estadounidense seguirá llegando a la frontera venezolana con Colombia pero que no forzarán su ingreso.
La incógnita de los militares En Colombia, la ayuda fue recibida por la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que indicó en un comunicado que simplemente la custodiará y resguardará, «cumpliendo con el compromiso del gobierno colombiano en esta operación humanitaria».
En los «próximas días», se asegura que llegarán más cargamentos a los que se sumarán otros procedentes de Brasil y de una isla caribeña por definir, agregó la entidad colombiana.
En su pulso con el poder, Guaidó insiste en la necesidad de traer alimentos no perecederos y medicamentos a Venezuela.
El miércoles, instó a las fuerzas armadas a no impedir la llegada de esa ayuda después de que militares venezolanos bloquearan el puente Tienditas.
La forma en la que esos cargamentos llegarán a Venezuela y se repartirán es un misterio, y la actitud de los militares en este caso le permitirá medir a Guaidó la unidad del mando de las fuerzas armadas, apoyo tradicional de Maduro, según analistas.
«Las tropas [venezolanas] se están muriendo de hambre, al igual que su población», dijo este jueves el almirante Craig Faller, jefe del comando del ejército estadounidense encargado de América Latina, ante una comisión del Senado en Washington.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos están preparadas para proteger a su personal e instalaciones diplomáticas en Venezuela en caso de que sea necesario, dijo el jueves el almirante Craig Faller, a cargo de las fuerzas estadounidenses en América del Sur.
“Estamos preparados para proteger al personal y las instalaciones diplomáticas de Estados Unidos si es necesario”, dijo Faller durante una audiencia en la Comisión de Servicios Armados del Senado.
La crisis de Venezuela durante el gobierno del mandatario Nicolás Maduro, que hundió al país en la pobreza y llevó a unos 3 millones de venezolanos a huir, obligó a naciones de todo el mundo a tomar postura, particularmente después de que el líder opositor Juan Guaido se declaró presidente interino el mes pasado.
Las principales naciones de la Unión Europea se unieron a Estados Unidos, Canadá y varios países latinoamericanos en reconocer a Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, como legítimo gobernante interino del país sudamericano.
Faller dijo que Venezuela tiene unos 2.000 generales y la mayoría de ellos son leales a Maduro debido a la riqueza que acumularon a partir del tráfico de drogas, los ingresos del petróleo y otros negocios. Sin embargo, señaló, los soldados rasos pasan hambre “tal como la población”.
“El gobierno legítimo del presidente Guaidó ofreció una amnistía y un lugar para las fuerzas militares, la mayoría de los cuales podríamos pensar que serían leales a la Constitución, no a un dictador”, señaló Faller.