La Real Academia Española presentó esta semana el primer libro de estilo de la lengua española, en el que reafirma su postura en contra del lenguaje inclusivo.
«El masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos. No hay razón para pensar que el género masculino excluya a las mujeres en tales situaciones», sostiene en su primer capítulo.
De esta manera, quienes integran la institución consideran innecesaria la inclusión del doble género, es decir, “todos y todas”, así como el uso de “x”, “@” o “e” en lugar del masculino, para escribir “todxs”, “tod@s” o “todes”.
Además, de las cuestiones de género, las recomendaciones del manual están orientadas al uso correcto del idioma en los nuevos contextos digitales de comunicación, expresa el portal El País.
En este sentido, entre sus decisiones, considera que la palabra ‘wasap’ es más aceptable que ‘guasap’ o ‘whatsapp’. También considera válidas las abreviaciones como ‘tqm’ (te quiero mucho) y aconseja usar el asterisco para corregir una palabra mal escrita (¿Qué hacemos hot? *hoy).
Asimismo, sugiere no superar los tres signos de exclamación para dar mayor expresividad a las frases, y que los mismos se ubiquen al principio y al final: ¡¡¡Dale!!! En la parte final del volumen hay un glosario con recomendaciones en la que, por ejemplo, sugiere usar «yutubero», en lugar de «youtuber». Lenguaje inclusivo. No es la primera vez que la entidad española se refiere al tema.
Según relata el portal El Mundo, en el mes de julio, la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, encargó a la RAE un informe para evaluar la modificación del texto de la Constitución de manera que reflejara una mayor paridad entre hombres y mujeres.
El informe se espera para diciembre, pero en ese momento desde la institución consideraron que «el problema es confundir la gramática con el machismo» y anuncian que «no habrá grandes novedades» en el tema.
En Argentina el uso de lenguaje inclusivo tiene su mayor impulso dentro del colectivo feminista, y son los jóvenes quienes más rápido lo adoptaron.
Cuando se debatió en el Congreso el proyecto de ley para la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), desde algunos medios se mostraron asombrados al escuchar hablar a los referentes de los centros de estudiantes secundarios, quienes en su mayoría ya incorporaron este cambio en el lenguaje.