La policía uruguaya recibió en las últimas horas un pedido de captura internacional desde Argentina y la orden para allanar propiedades vinculadas a dos prófugos en la causa conocida como los «cuadernos de las coimas».
Los empresarios, que son intensamente buscados en el país vecino, son Óscar Thomas y Carlos Ferrari. Entre las medidas dispuestas ya hubo dos allanamientos ordenados por el juez del departamento de Maldonado en viviendas de las ciudades de Punta del Este y Piriápolis.
El resultado de los procedimientos de ayer fue «negativo», aunque se continúa con operativos en la zona. Sin embargo en ambos lugares se incautó documentación variada que está siendo analizada.
Actualmente Inteligencia de la Armada de Uruguay e Interpol trabajan en el puerto de Piriápolis, en la búsqueda de un barco que está en el lugar, pero que aún no pudo ser identificado por la sociedad anónima bajo la que está registrado.
Cabe consignar que Óscar Thomas se desempeñó durante el gobierno kirchnerista como director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). El pasado 7 de agosto el juez Claudio Bonadio emitió una alerta roja de Interpol para su captura.
Thomas fue varias veces mencionado en los cuadernos de Centeno, como uno de los empresarios que le entregó -en reiterdas oportunidades- dinero a Roberto Baratta.
Por su parte Carlos Ferrari es un ex concesionario del juego en Río Negro y de bingos en Buenos Aires, señalado como el lobbista de Cristobal López.
En 2009 Ferrari fue condenado a 4 años de prisión efectiva por pagar más de un millón de pesos en sobornos al presidente de Lotería de Río Negro.
A partir de la causa de los cuadernos y su vinculación con la «ruta del dinero K», la justicia determinó que Uruguay fue una escala ineludible en la operatoria que incluyó la fuga de divisas al exterior y el lavado de dinero.
En ese sentido, se realizaron pedidos a la justicia de ese país para que de cuenta de las medidas adoptadas «en puertos y aeropuertos» a partir de las denuncias.