El presidente Mauricio Macri cerró la segunda y última jornada de la tercera reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20 en el Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC), de la que participaron 55 delegados, entre ministros, responsables de autoridades monetarias y titulares de organizaciones internacionales.
«La comunidad internacional nos ha dado un muy fuerte respaldo, y gracias a todos por eso. Esto refuerza nuestra convicción de seguir en este camino ambicioso, que se enfoca en reducir la pobreza, generar prosperidad y profundizar nuestra inserción global», dijo el mandatario.
«Estamos sentando las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo», señaló desde el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad (CEC).
Asimismo, el primer mandatario reconoció que su gobierno sufrió «turbulencias» en las últimas semanas, que atribuyó a «volatilidades externas». «Pero logramos mantener el rumbo», destacó.
«Estamos seguros de que estamos haciendo los esfuerzos necesarios, y aunque la tasa de crecimiento no aumente este año, estoy seguro de que vamos a acelerar el ritmo de crecimiento el año próximo», dijo Macri.
Sobre la presidencia argentina del G20, el Presidente hizo un balance de los más de seis meses recorridos, y destacó el «vínculo» que generaron las más de cincuenta reuniones con los países miembros.
«El G20 es mucho más que una declaración de líderes, se trata de un proceso gradual de consenso», argumentó.
Al recordar los tres ejes elegidos por su gobierno para ejercer la presidencia de la cumbre (Futuro del Trabajo, Infraestructura para el Desarrollo y Seguridad Alimentaria Sostenible), remarcó el impacto de lo discutido en las reuniones del foro en los países miembros. No obstante, pidió a la audiencia que el comunicado con recomendaciones que llegue a la cumbre de líderes a fin de año sea «conciso y en un lenguaje claro».
«Esto nos permitirá llegar a esos hombres y mujeres que se levantan todas las mañanas para reactivar nuestra economía», expresó Macri.
Al término de su discurso, el jefe de Estado alentó a las delegaciones a «seguir trabajando para «lograr resultados». Para entonces, el documento final de la Ministerial ya estaba cocinado. El texto estuvo marcado por una fuerte advertencia sobre riesgos a corto y mediano plazo, tales como el incremento de las vulnerabilidades financieras, las tensiones geopolíticas y comerciales, los desequilibrios globales y la desigualdad.
Después de su discurso de cierre, Macri se quedará un rato más en el CEC para tres reuniones bilaterales muy esperadas por el país: con el secretario del Tesoro de los EEUU, Steven Mnuchin; el ministro de Economía francés, Bruno le Maire; y el ministro de Hacienda chileno, Felipe Larraín.