El Senado podría emitir dictamen pasado mañana del proyecto de ley que limita los incrementos en las tarifas de los servicios públicos, que quedaría así en condiciones de convertirse en ley la semana próxima.
La Casa Rosada aspira así a dilatar el veto presidencial para fulminar esa iniciativa una vez que se haya conseguido oxígeno en los mercados y con el acuerdo con el FMI ya avanzado.
Lo único que podría modificar esta hoja de ruta sería un gesto de los gobernadores peronistas en contra de la ofensiva legislativa en materia de tarifas, una misión está en manos del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Por lo pronto, el jefe del Bloque Justicialista del Senado, Miguel Pichetto (Río Negro), ya le anticipó a los negociadores de Cambiemos que, salvo una contraorden explícita de los mandatarios peronistas, no tiene margen para detener el avance del proyecto.
«Esta discusión no la empezó la oposición, comenzó con (Elisa) Carrió y el señor (presidente de la UCR, Alfredo) Cornejo diciendo que lo peor que le podía pasar al Gobierno era tener a (Juan Ignacio) de Mendiguren de ministro», sentenció Pichetto, quien calificó de «razonable» el proyecto aprobado por Diputados luego de las modificaciones incluidas, a pedido de los gobernadores, al proyecto original.
Además de la eliminación de la rebaja del IVA a los servicios públicos, impuesto que es coparticipable y afecta los fondos que reciben las provincias, se segmentó la limitación del aumento de tarifas, dejando fuera del alcance de la medida a los grandes consumidores residenciales.
Para el oficialismo estos cambios no son suficientes. «Este proyecto es una locura porque descalza fiscalmente al Gobierno; el dictamen fue hecho a las apuradas para quedar bien con todos los bloques» de la oposición en Diputados, se quejó el jefe del bloque de Cambiemos del Senado, Luis Naidenoff (UCR-Formosa).