El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró no estar a favor de la despenalización del aborto y destacó que el Gobierno está llevando adelante una campaña para evitar los embarazos adolescentes.
«No estoy a favor de despenalizar el aborto pero, al estar en un cargo público, uno tiene la obligación de mirar la problemática general, que es muy compleja», afirmó el funcionario en declaraciones al programa Podemos Hablar, de Andy Kusnetzoff, por Telefé.
Peña dijo que esta problemática «tiene muchos grises y debemos debatirlo con madurez» y en lo personal confesó: «me cuesta abstraerme de la imagen de escuchar el corazón de mi hijo en la ecografía».
Asimismo, el jefe de Gabinete sostuvo que el gobierno está empeñado en una campaña, que llevarán adelante los ministerios de Desarrollo Social, Salud y Educación, para evitar los embarazos adolescentes.
«Se viene trabajando para tener un abordaje fuerte», dijo al respecto.
Por otra parte, afirmó que «es bueno que el Presidente no tenga todo el poder» y subrayó que no cree en los «presidentes todopoderosos».
En ese sentido, Peña explicó que el diseño institucional determina los contrapesos, al tiempo que señaló que descree que haya diez poderosos que manejan el mundo, sino que el poder «está más licuado».
Sobre si pondría las manos en el fuego en sus colaboradores, el funcionario señaló: «Sin confianza no se puede hacer nada, la paranoia no es buena».
En la misma línea, explicó que su posición es «confiar hasta que le demuestren lo contrario» y admitió que hubo gente que lo defraudó en estos 15 años de trabajo político.
Luego se debatió con otros invitados la grieta en la sociedad, a lo cual Peña dijo que se debe «pacificar y mirar para adelante», señalando que hay que dejar de lado algo «típico argentino que es mirar para atrás y buscar quien es el culpable de nuestros males».