Un avión de línea iraní que cubría una ruta interna se estrelló este domingo en medio de una tormenta de nieve en una región montañosa del suroeste de Irán con 65 ocupantes que se teme hayan muerto.
Más de doce horas después del accidente la televisión estatal anunció la suspensión, por falta de luz, de la búsqueda de los restos del biturbohélice ATR-72 de la compañía Aseman Airlines y el reinicio al amanecer si las condiciones climáticas lo permiten.
«Dadas las circunstancias especiales de la región, todavía no tenemos acceso al lugar del siniestro y por lo tanto no podemos confirmar de forma precisa y definitiva la muerte de todos los ocupantes de este avión», afirmó el portavoz de la compañía Aseman Airlines, Mohamad Tabatabai, a la agencia de noticias Isna.
Previamente la aerolínea había anunciado que en el aparato viajaban 60 pasajeros, entre ellos un niño, y seis miembros de la tripulación. Sin embargo, luego señalaron que uno de los clientes no llegó a abordar la aeronave.
El avión había despegado del aeropuerto de Teherán hacia las 08H00 locales (04H30 GMT) rumbo a la ciudad de Yasuj, en la provincia de Ispahan, en el suroeste del país.
El aparato se estrelló en el monte Dena, en las montañas de Zagros, a unos 500 km de Teherán y a menos de 25 km de su destino, según esta fuente.
Cabe consignar que unos 120 rescatistas de la Media Luna Roja iraní fueron enviados a la zona del siniestro.
Yalal Pooranfar, responsable del servicio nacional de rescate en la región del accidente indicó, según la agencia Isna, que un helicóptero que había sido enviado para localizar los restos del aparato «tuvo que dar media vuelta debido a la tormenta de nieve».
«Las circunstancias del accidente siguen sin conocerse», indicó a la AFP en París un portavoz de ATR, filial conjunta del constructor europeo Airbus y del grupo italiano Leonardo.
Según Isna, el presidente iraní, Hasan Rohani, ordenó al Ministerio de Transportes crear una célula de crisis para investigar los motivos del accidente.
«Dios fue realmente bueno conmigo, pero mi corazón llora por las personas que perdieron la vida», dijo un hombre que perdió el avión a la agencia de prensa Tabnak.
El último accidente grave de un avión civil en Irán se remonta a 2014, cuando 39 personas fallecieron al estrellarse una aeronave Antonov 140, de la compañía iraní Sepahan, poco después de despegar del aeropuerto de Mehrabad, en el sur de Teherán.