12 de febrero, 2018

Luis Barrionuevo se bajaría de la marcha de Hugo Moyano

El líder gastronómico, a través del triunviro de la CGT Carlos Acuña, se acerca a las filas Gobierno y hace oídos sordos al llamamiento a marchar.

El dirigente gastronómico, Luis Barrionuevo, desertó de la marcha convocada por Hugo Moyano para el 21 y envió señales de acercamiento al Gobierno.

 

Lo hizo a través de su delegado en la CGT, el triunviro Carlos Acuña, quien ratificó el apoyo del sector a los reclamos del gremio de los camioneros aunque anunció que no participará de la protesta.

 

 

Se trata de la principal baja sufrida por Moyano en la movilización pautada en la avenida 9 de Julio. Los más tempraneros en dar a conocer que no participarían fueron los «gordos» de los grandes gremios de servicios y los «independientes» con buen diálogo con el Gobierno.

 

 

Les siguió Víctor Santa María, del gremio de encargados, a pesar de haber sido partícipe de la reunión de Consejo Directivo de la CGT en la que el camionero se hizo respaldar por una mayoría transitoria de dirigentes.

Así, la marcha contra Mauricio Macri tendrá como eje Camioneros y un grupo reducido de sindicatos de la CGT entre los que se cuenta la Asociación Bancaria, de Sergio Palazzo, y los siempre leales a Moyano.

 

 

Por lo demás los respaldos serán por fuera de la estructura tradicional de la central obrera: estarán las dos CTA, de Hugo Yasky y Pablo Micheli, y movimientos sociales como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).

 

 

Asimismo, se prevé la adhesión de sectores políticos referenciados en Cristina de Kirchner, una de las excusas de las que se valió Acuña para bajarse de la convocatoria.

 

 

«Tenemos sectores políticos que se cuelgan a un reclamo de los trabajadores que no corresponde que se politice. Le damos argumento al mismo Gobierno para decir que los mandó Cristina y no es así», avisó ayer Acuña en diálogo con el programa Toma y Daca, por radio El Mundo.

 

La deserción de Barrionuevo, que se confirmará este miércoles en un encuentro que mantendrá la dirigencia de la ex CGT Azul y Blanca, será un golpe político dañino para Moyano y los opositores pero no implicará una merma significativa de participantes.

 

 

Los que conocen desde hace décadas al gremialista -desde cualquier lugar del mostrador- afirman que nunca tuvo como objetivo romper con el Gobierno.

 

 

Su acercamiento a Moyano fue alimentado por las causas judiciales que los tienen a ambos como investigados, como las que instruyen los jueces federales Sandra Arroyo Salgado y Luis Armella, que exploran un entramado de facturas apócrifas y que derivaron en allanamientos a sendas organizaciones gremiales así como la de empleados de estaciones de servicio, de Acuña, a mediados del año pasado.

 

Su propósito era reanudar el flujo de fondos hacia su obra social y aminorar el ritmo de las investigaciones, pero nunca llegar al punto de no retorno con Macri al que arribó semanas atrás el camionero.

 

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