El presidente de Independiente, Hugo Moyano, y su hijo Pablo -vicepresidente- fueron imputados en la causa en que se investiga a una asociación ilícita, encabezada por el barrabrava, Pablo “Bebote” Álvarez, que habría defraudado en millones de pesos al club de Avellaneda.
La imputación la formuló la Unidad Fiscal de Investigaciones ante el juez de garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, luego del pedido de la fiscal Viviana Giorgi.
La acusación de Giorgi se basa en la posibilidad concreta de la existencia de un sistema de reventa de entradas con participación activa de la dirigencia.
Una comisión policial notificó a Moyano en persona de la imputación, el paso previo a una eventual indagatoria.
Se trata de la misma causa donde Álvarez, otros barras y el ex dirigente Noray Nakis ya están procesados y varios con prisión preventiva. También fue imputado un director de la empresa Sistemas Integrados S.A. cuyo nombre se desconoce.
Cabe consignar que la fiscal Giorgi determinó que se vendieron 29.000 entradas para la semifinal y final de la Copa Sudamericana frente a Libertad de Paraguay y Flamengo de Brasil.
Sin embargo, el estudio de las imágenes de los drones de la Policía determinó que en el Libertadores de América hubo entre 52.000 y 53.000 espectadores. La cuenta da un agujero negro de más de 20.000 entradas.
La hipótesis entonces de una reventa masiva de entradas de la barra, en presunta connivencia con autoridades de la institución y de la empresa Integradores, cobró cuerpo.
Luego de la indagatoria, el juez Vitale deberá decidir si eventualmente procesa a los Moyano y si lo hace con o sin prisión preventiva.