En el tercer aniversario del crimen del ex fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, la jueza federal, Sandra Arroyo Salgado, aseguró que su ex marido fue víctima de «un plan criminal con intervención de agentes del Estado», porque «la única manera de callarlo era matarlo«.
«Alberto Nisman fue asesinado, fue un magnicidio con motivo de su trabajo», repite Sandra Arroyo Salgado.
En diálogo con Marcelo Longobardi (Radio Mitre), la magistrada deslizó que el hecho «debería ser considerado un delito de lesa humanidad» y pidió «repensar si no hay agravantes y plantearse el elemento del recurso premeditado de dos o más personas».
Tras considerar que en el último mes hubo importantes avances en la causa, Arroyo Salgado insistió en que detrás del crimen había un doble objetivo.
«Primero, silenciarlo; y segundo, condicionar la actuación de los jueces y fiscales, demostrando qué le podía pasar a quienes se animaban a investigar. Alberto fue el que se animó y tuvo la valentía de denunciar al poder vigente», señaló.
Asimismo, consideró que «habría que replantear el concurso premeditado de dos o más personas (en la muerte de Nisman) ya que el juez habla de un plan criminal» al señalar que el Código Penal -en su artículo 80- «no contempla como agravante de homicidio en el caso de que la víctima sea un juez o fiscal con motivo de su cargo o condición».
Antes de partir hacia el cementerio israelita de La Tablada, donde se rendirá un homenaje al ex fiscal, la jueza aseguró que «estos tres años fueron una pesadilla» para su vida y la de sus hijas.
«Hubo una multitud de personas que hicieron innumerables muestras de apoyo y fuerza que nos permitieron llegar aquí», sostuvo la ex mujer de Nisman.
Cabe consignar que hoy se cumple el tercer aniversario de la muerte del entonces titular de la UFI-AMIA, quien fue hallado sin vida de un balazo en la cabeza en el departamento en el que vivía en Puerto Madero.