La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) acusó a Ricardo Echegaray, ex titular del organismo recaudador, de ocultar a la Justicia que Lázaro Báez adeudaba más de $1.700 millones en impuestos.
La acusación se desprende de un informe que la AFIP le presentó al juez federal Sebastián Casanello, quien investiga a Báez por presunto lavado de dinero y busca determinar, entre otras cosas, si Echegaray encubrió al empresario patagónico durante su gestión.
En ese documento, que tiene fecha del 13 de noviembre, el subdirector general de Operaciones Impositivas del Interior de la AFIP – DGI, Jaime Mecikovsky, le advirtió a Casanello que el juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart «fue engañado por las conducciones de AFIP y la Dirección General Impositiva (DGI) de entonces» a través de la presentación de «informes falaces para llevarlo a sobreseer a los responsables de Austral Construcciones».
Mecikovsky precisó que «la suma total, sin multa, ascendió a los 1754.000.000 de pesos», y presentó ante el magistrado unas 15.000 fojas de documentación respaldatoria, según detalló el diario La Nación.
Las conclusiones expuestas por el subdirector general se basan en reinspecciones que se hicieron en las empresas de Báez en Microcentro y Bahía Blanca, regional que Echegaray cerró presuntamente para entorpecer la investigación sobre el supuesto uso de facturas truchas por parte de Austral Construcciones.
El escrito que presentó la AFIP ante Casanello busca demostrar que hubo un delito precedente y pretende exponer la existencia de una cadena de complicidades que le permitieron a Báez crecer durante el kirchnerismo.