A pocas semanas de las elecciones, en Diputados ya se habla de la reunificación del peronismo a partir del recambio legislativo de diciembre. La clave será la formación de un interbloque que incluiría al Frente Renovador de Sergio Massa, en competencia con el kirchnerismo por ser la segunda fuerza en la Cámara.
Este realineamiento sería consecuencia lógica del resultado del 22 de octubre, y de la búsqueda del peronismo que quiere despegarse de Cristina, de plantar una fórmula con chances de dar pelea en la presidencial de 2019.
Los gobernadores peronistas, con el cordobés Juan Schiaretti y el salteño Juan Manuel Urtubey a la cabeza, son impulsores de esta estrategia de articular el peronismo en ambas cámaras. Ya el jefe de los senadores del PJ-FpV, Miguel Angel Pichetto, avisó que la ex presidenta deberá formar bancada aparte con su Unidad Ciudadana, y se busca correlato en Diputados.
A Massa le vence el mandato en diciembre y la novedad sería la incorporación del Frente Renovador/UNA -interbloque de 37 diputados, que quedaría menguado según el resultado de las PASO- al nuevo conglomerado del panperonismo y aliados, que buscará aspirar a diputados que aún revistan en el bloque del FpV hegemonizado por el “cristicamporismo”.
Existe el bloque Justicialista, de 17 integrantes, la primera gran escisión en febrero de 2016 del bloque K, y que responde a los intereses de los gobernadores. Sería una de las patas del nuevo armado. El salteño Pablo Kosiner, hombre del gobernador Juan Urtubey, dijo que aspiran a un “piso” de 35 diputados.
“Lo que se construya aquí y en el Senado será la pata institucional de la reconstrucción del PJ”, definió. Y agregó: “El liderazgo se va a dirimir entre los que ganen pero recién en 2019. La construcción será más horizontal y democrática”. Kosiner no puso en sus cuentas al FR.
Massistas aseguran: “Hablamos con todos los gobernadores. El peronismo necesita previsibilidad. Está claro que Sergio ya no va a estar más ‘cerca’ de Macri. Y Massa no va a condicionar con su candidatura presidencial. En 2019 habrá que sentarse con los gobernadores y se verá: a presidente, a vice, a gobernador”.
Y agregaron: “En 2019 el Gobierno sostendrá que Cristina sea la candidata opositora. Y la nuestra será meter en la segunda vuelta una fórmula de este armado peronista”. A propósito de Massa, en la Casa Rosada, vaticinan que irá por la gobernación.
De concretarse este interbloque esperan superar las 60 bancas, y 70 según los más optimistas. Suenan para encabezarlo Kosiner, el vice cordobés Martín Llaryora (desembarca en diciembre) y la massista Graciela Camaño.
Pichetto hace tres días se reunió con diputados del bloque Justicialista, y viene articulando esta movida. Ayer dijo que «el peronismo debe tener un bloque en Diputados que tenga identidad y trabaje en sintonía con el Senado”.
En cuanto a Massa, viene de «lamentar» que Florencio Randazzo no hubiera competido con él en las PASO de agosto para «dejar definitivamente atrás a Cristina». Para muchos, una señal de acercamiento al peronismo.